viernes, 21 de noviembre de 2008

TINTERO


...para una tarde donde el frío gobernaba en nuestra piel, pero el calor llenaba nuestros poros...


El aire
que muy juntos respiramos,
está alegre.
Desde el hombro a tu hermosura,
la sonrisa de tus labios,
su frescura.
Las nubes de pálido
avergonzadas,
mareadas,
con miedo. Tú
por tu existir tranquilo las nublaste.
¡Déjame esa sonrisa
incrustada debajo de los párpados!
¡Déjame no ser humano una vez más!
Bésame el suspiro cuando habla tu mirada,
y no me dejes respirar.
Quédate a dormir
en mis momentos de silencio,
guárdate,
no quiero que te pierdas
a través de los vientos que corren
de un lado al otro perfumados. No quiero.
Hoy un calor inmortalizado
se tiñe de rosa en tus labios,
tus manos,
tus ojos,
tus momentos de sonrisa de carmín.
Hoy que he sentido,
abrazado
y reído tus aromas como niño juguetón,
he comprendido tantas maneras de querer,
tantos modos de amar. Hoy,
no hablo sin tus cuerdas,
no observo sin tus cauces,
no río si no estás.
Y es que en mi pecho se marcó
así de pronto
tu nombre
como bolígrafo indeleble
en inquieto papel.


.

No hay comentarios: