...la noche es un refugio...
Y llega al fin
la atmósfera,
a cubrirse con su fúnebre crespón.
La idea es vana,
el dormir también,
para qué seguir
con este loco pensamiento
de alcanzar la inmortalidad,
si sé que está a la vuelta de la esquina.
Una muerte temporal
es el sueño,
un recuerdo evocado
cuando bajamos los párpados
en una noche de aquellas
donde se ama a la distancia,
donde se quiere al alma liberar,
donde se escapa,
como rea,
la imaginación
a recorrer mundos
que la razón humana
no logra comprender.
Como frágil caja musical
se desencadena la órbita
del ojo ya perforado;
la sombra
que como reina se desplaza
en nubes formadas
de un terciopelo que he sentido
y de unas manos que he soñado
pero que aún me falta conocer.
.
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