
...para algún síndrome con aroma de mujer...
En la tierra,
de inhóspitos paisajes,
se encuentra fúnebre
típica ambición.
Llora, calla, sobrevive,
como cuando llega al infinito
el amor humano,
llega la sonrisa de la muerte
a tocar mi corazón.
Rayo vibrante de eterna luz,
roca donde se estrellan
tristes las ondas
que azules duermen
con tierna quietud,
así es el alma,
así es el cuerpo
de alguien que,
mientras el tiempo camina,
días menos,
podrá vivir.
Como estrella
que surca los cielos
como huyendo
de inminente mortandad,
así también
en tierna magnitud
está desconsolada
una dulce enfermedad.
.
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